sábado, 7 de julio de 2012

LA JUSTICIA ES MAS FUERTE


A la Iglesia Diocesana de Copiapó y a la opinión pública





           Quiero informar de una importante noticia que recibí ayer por la tarde, de parte de la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano.

            En efecto, la Madre Irene García de Prado, Superiora General de dicha Congregación, con fecha 6 de julio, me hizo saber que ha optado por dejar sin efecto el proyecto de la Casa de Acogida a realizarse en Vallenar con el financiamiento de una empresa minera de la Región de Atacama.

            Tal decisión es fruto de un discernimiento hecho con Mons. Horacio Valenzuela Abarca, Obispo de Talca, de quien depende jurídicamente el mencionado Instituto religioso. Como dice la Madre Irene, tal determinación se tomó “en obediencia a las orientaciones de la Iglesia en la persona de nuestros Pastores, por lo que asumimos los frutos de este discernimiento en la caridad evangélica.”

            No hay duda de que esta resolución de la Hermanas del Buen Samaritano es una buena noticia para todos los que tratamos de tener presente que “los proyectos para un desarrollo humano integral no pueden ignorar a las generaciones sucesivas, sino que han de caracterizarse por la solidaridad y la justicia intergeneracional, teniendo en cuenta múltiples aspectos como el ecológico, el jurídico, el económico, el político y el cultural.” Son palabras del Papa Benedicto XVI.   

            Agradezco a esta Congregación religiosa su valioso servicio de amor y atención a los pobres y desamparados en nuestra Región, y hago votos porque esta labor continúe y se fortalezca en el tiempo. Estoy seguro de que la totalidad de la comunidad de Atacama apoyará decidida y solidariamente este esforzado servicio de las Hermanas. Y que su gesto ejemplar de fidelidad a las orientaciones de la Iglesia en este campo nos anime a cuidar “desde dentro de nosotros” la creación, no siempre tenida en cuenta en los proyectos de desarrollo social y económico de nuestro país.



+Gaspar Quintana J., CMF.

Obispo de Copiapó



Sábado 7 de julio de 2012


jueves, 5 de julio de 2012

DECLARACIÓN DEL OBISPO DE COPIAPÓ

La Iglesia tiene una responsabilidad con respecto a la creación y la debe hacer valer en público”

Declaración del Obispo de Copiapó sobre la colaboración de la empresa Barrick Gold a las Hermanas del Buen Samaritano de Vallenar


Como pastor de la Iglesia Católica en Atacama siento el deber de aclarar ante la opinión pública una delicada situación que ha surgido en torno a la Casa de Acogida de las Hermanas del Buen Samaritano a construirse en Vallenar, apoyada económica y publicitariamente por la empresa Barrick Gold.

Considero que me corresponde hacer esto teniendo a la vista la posición de la Diócesis de Copiapó en este tipo de situaciones, como asimismo el deber de responder muchas cartas o llamadas telefónicas en las que se me ha planteado una preocupación sobre este tipo de apoyoeconómico.

1. Las iniciativas en favor de personas pobres, excluidas y vulnerables, han de contar siempre con el decidido respaldo de la Iglesia. ¿Cómo podríamos negarnos a la misión de la caridad, que es parte esencial de la identidad cristiana? 

2. Sin embargo, también es parte de la misión cristiana la defensa de la vida y el cuidado de la Creación, de “la casa común” como decía Juan Pablo II. El actual Papa Benedicto XVI, en forma clara y valiente nos ha mostrado un camino a seguir en este asunto cuando dice: “la Iglesia tiene una responsabilidad con respecto a la creación y la debe hacer valer en público. Y al hacerlo, no sólo debe defender la tierra, el agua y el aire, como dones de la creación que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo. Es necesario que exista una ecología del hombre bien entendida.”

Los Obispos chilenos han tocado este punto al decir: “comprobamos cómo los recursos naturales son extraídos y contaminados por el egoísmo de algunos y los intereses de grupos de poder amparados por el actual modelo económico, siempre en perjuicio de los pobres, campesinos e indígenas.” (OO.PP., n. 85.9)

3. Las actividades económicas realizadas a costa de situaciones injustas con personas y comunidades, o en menoscabo de los recursos humanos y naturales, no son compatibles con la misión de la Iglesia.

4. La responsabilidad social empresarial no sólo consiste en aportar recursos a instituciones solidarias. La primera responsabilidad social de una empresa consiste en dignificar a la persona humana en sus derechos, y uno de ellos es la salvaguardia del medioambiente y los recursos naturales de la comunidad.

5. Con mucho respeto y claridad he hecho presente esta reflexión a las Religiosas del Buen Samaritano que tanto bien hacen al servicio de los pobres y necesitados, en la medida de sus posibilidades.  Espero que ella sea acogida por el bien de todos.

Abrigo la ilusión de que la comunidad humana de nuestra Región de Atacama, apoye la valiosa obra de esta Congregación dotándola de los recursos que la construcción de la Casa de Acogida requiere. Hasta el más humilde de los aportes es un regalo de Dios si se hace con amor a los hermanos, especialmente a los más débiles, y cuidando, directa o indirectamente, el ambiente ecológico del hermoso Valle del Huasco. Nadie podría poner en duda de que en estos últimos años se ha visto tan herido o amenazado por diversos factores que indican que estamos en una crisis ecológica profunda. En efecto, nos damos cuenta de que a los desiertos exteriores que vemos corresponden “desiertos interiores” de carácter valórico que realmente nos preocupan.

El Dios de la vida nos ayude a todos, autoridades, empresarios, trabajadores y vecinos en general a colaborar en esta hermosa y desafiante tarea, que comenzó en un momento como obra de Dios y ahora es quehacer nuestro.

+Gaspar Quintana J., CMF.

Obispo de Copiapó