viernes, 15 de mayo de 2015

Greenpeace despliega pancarta en Santiago contra la destrucción de glaciares


La organización ecologista Greenpeace desplegó hoy una pancarta de 150 metros cuadrados en el centro de Santiago para denunciar la destrucción de glaciares en Chile causada por los proyectos mineros.
Bajo la demanda "Mineros: dejen de destruir los glaciares", que se puede leer en la pancarta colgada de la fachada de un centro comercial ubicado frente a las oficinas de la minera Barrick Gold, principal productora de oro mundial, Greenpeace denunció la ineficacia de un proyecto de ley para defender los glaciares anunciado por el Gobierno.
"El objetivo de esta campaña es que Chile cuente con una ley que asegure la protección de los glaciares y los declare intocables", indicó a Efe el director ejecutivo de Greenpeace en Chile, Matías Asun.
Según el activista, Chile cuenta con cerca de 24.000 glaciares que representan el 82 % de la superficie glaciar de toda América del Sur, muchos de los cuales están concesionados por diversos proyectos mineros.
"Las mineras tienen el derecho de explotación de las montañas que acumulan el agua de la que dependemos todos nosotros y es por eso que la zona de expansión minera es quizá la que mayor destrucción de glaciares registra", explicó.
El proyecto de ley de glaciares es una norma "a medida de la minería", señaló Asun, quien urgió la implantación de una "ley de glaciar cinco estrellas que declare los glaciares intocables".
En este contexto, indicó que "hoy se cumple un año desde que la presidenta Bachelet se comprometió con una ley de glaciares y no cumplió".
Para Asun, la norma propuesta no es suficiente, pues "sólo protege pocos sin regular el fondo del asunto: todos los glaciares son relevantes y deben ser protegidos".
La gigantesca pancarta fue desplegada en el edificio que se encuentra frente a las oficinas de la minera Barrick Gold, titular en Chile del proyecto Pascua Lama que, a juicio de Greenpeace, es el proyecto icono de la destrucción de glaciares en Chile.
"Pascua Lama de Barrick Gold es responsable de la destrucción de más del 70 % de los glaciares Toro 1-2 y Esperanza, ubicados en la región de Atacama", apuntó la ONG en un comunicado.
Desde hace más de un año la organización ambientalista ha hecho una serie de denuncias públicas, con documentos internos de la propia empresa que según Greenpeace, confirman que la minera ha ocultado información a las autoridades chilenas para evitar mayores sanciones.
Se trata, según Greenpeace, de unos documentos que reportan los hechos que ocurren durante la faena minera y que forman parte de la nueva sanción que prepara la Superintendencia de Medio Ambiente contra Pascua Lama.
"Estos hechos nos permiten confirmar que el proyecto Pascua Lama es el primero de los asesinos en serie de los glaciares. Esto ocurre porque la falta de una legislación que proteja a los glaciares de la minería, permite que estos crímenes ambientales sigan ocurriendo con total impunidad", sentenció Asun.

miércoles, 13 de mayo de 2015

LA SUPERINTENDENTA DE MEDIO AMBIENTE PIDE PERITAJE CONTRA PASCUA LAMA

Pascua-Lama: SMA pide peritaje para reevaluar daños “irrecuperables”

Se revisará el impacto de un alud que afectó en 2013 a vegas andinas, tema clave para rehacer la sanción contra la minera.
  • Por Lourdes Gómez B.
    La construcción del proyecto Pascua-Lama está detenida desde 2013.
    Nuevos peritajes requirió la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) contra el proyecto minero Pascua-Lama, de Barrick Gold, en el marco del proceso que busca reformular la multa cursada en 2013, que alcanzó US$ 16,4 millones.

    La Superintendencia solicitó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Atacama que haga una informe para constatar los daños que se causó en las vegas andinas y que fueron acreditados en el proceso sancionatorio de mayo de 2013, cuando se detectaron una serie de incumplimientos a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la iniciativa minera binacional.

    En concreto, se ofició al SAG realizar un nuevo levantamiento de los efectos que provocó un alud en enero de 2013 y que afectó a 22 especies de estepas y laderas rocosas y seis especies de vegas y bofedales.

    Además, se le pide al organismo sectorial establecer el grado de perturbación de las especies afectadas y la especificación de los tipos e importancia de las vegas.

    También deberá describir la vulnerabilidad y el valor social de las vegas altoandinas afectadas y el grado de recuperabilidad del daño.

    El oficio de la SMA especifica que el SAG deberá "recabar antecedentes que den cuenta de aquellos factores o componentes que logren caracterizar de mejor forma la significancia del menoscabo, pérdida y/o detrimento inferido en las vegas, alcanzadas por el movimiento de tierra ocasionado por las aguas que cayeron desde la obra de salida del canal perimetral norte inferior, de forma de acreditar o descartar el daño ambiental de carácter irreparable", cita el documento.
    Tema estratégico

    Este tema es relevante para la nueva sanción que elabora la SMA, porque en la primera multa la autoridad determinó que el daño ambiental producido sobre las vegas andinas, es producto de no haber construido algunas obras que fueron evaluados en el marco de la obtención de la RCA.

    En ese primer proceso, la SMA calificó este daño como "gravísimo toda vez se ha constatado daño ambiental no susceptible de reparación sobre las vegas andinas".

    Sin embargo, en la industria han explicado que tras la sanción, la empresa comenzó un proceso de recuperación de vegas, el que habría tenido avances en estos años. De hecho, se mira con atención si la SMA volverá a catalogar como irreparables aspectos que, transcurridos ya dos años, se ha demostrado que pueden ser recuperados.

    Según ha señalado el superintendente del Medio Ambiente, Cristián Franz, en este nuevo proceso contra Pascua-Lama, todas las posibilidades sancionatorias están abiertas, lo que significa que las multas aplicadas pueden variar sustancialmente a la original e incluso se pueden tomar otras medidas que contempla la ley, como es en el escenario más grave, la revocación del permiso ambiental del proyecto.