DECLARACIÓN DEL OBISPO DE COPIAPÓ
“La Iglesia tiene una responsabilidad con respecto a la creación y la
debe hacer valer en público”

Como pastor de la Iglesia Católica en Atacama siento el deber de aclarar
ante la opinión pública una delicada situación que ha surgido en torno a
la Casa de Acogida de las Hermanas del Buen Samaritano a construirse en
Vallenar, apoyada económica y publicitariamente por la empresa Barrick Gold.
Considero que me corresponde hacer esto
teniendo a la vista la posición de la Diócesis de Copiapó en este tipo de
situaciones, como asimismo el deber de responder muchas cartas o llamadas
telefónicas en las que se me ha planteado una preocupación sobre este tipo de
apoyoeconómico.
1. Las iniciativas en favor de personas pobres, excluidas
y vulnerables, han de contar siempre con el decidido respaldo de la Iglesia.
¿Cómo podríamos negarnos a la misión de la caridad, que es parte esencial de la
identidad cristiana?
2. Sin embargo, también es parte de la misión cristiana
la defensa de la vida y el cuidado de la Creación, de “la casa común” como
decía Juan Pablo II. El actual Papa Benedicto XVI, en forma clara y
valiente nos ha mostrado un camino a seguir en este asunto cuando dice: “la
Iglesia tiene una responsabilidad con respecto a la creación y la debe hacer
valer en público. Y al hacerlo, no sólo debe defender la tierra, el agua y el
aire, como dones de la creación que pertenecen a todos. Debe proteger
sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo. Es necesario que exista
una ecología del hombre bien entendida.”
Los Obispos chilenos han tocado este punto al
decir: “comprobamos cómo los recursos naturales son extraídos y contaminados
por el egoísmo de algunos y los intereses de grupos de poder amparados por el
actual modelo económico, siempre en perjuicio de los pobres, campesinos e
indígenas.” (OO.PP., n. 85.9)
3. Las actividades económicas realizadas a costa de
situaciones injustas con personas y comunidades, o en menoscabo de los recursos
humanos y naturales, no son compatibles con la misión de la Iglesia.
4. La responsabilidad social empresarial no sólo consiste
en aportar recursos a instituciones solidarias. La primera responsabilidad
social de una empresa consiste en dignificar a la persona humana en sus
derechos, y uno de ellos es la salvaguardia del medioambiente y los recursos
naturales de la comunidad.
5. Con mucho respeto y claridad he hecho presente esta
reflexión a las Religiosas del Buen Samaritano que tanto bien hacen al servicio
de los pobres y necesitados, en la medida de sus posibilidades. Espero
que ella sea acogida por el bien de todos.
Abrigo la ilusión de que la comunidad humana
de nuestra Región de Atacama, apoye la valiosa obra de esta Congregación
dotándola de los recursos que la construcción de la Casa de Acogida requiere.
Hasta el más humilde de los aportes es un regalo de Dios si se hace con amor a
los hermanos, especialmente a los más débiles, y cuidando, directa o
indirectamente, el ambiente ecológico del hermoso Valle del Huasco. Nadie
podría poner en duda de que en estos últimos años se ha visto tan herido o
amenazado por diversos factores que indican que estamos en una crisis ecológica
profunda. En efecto, nos damos cuenta de que a los desiertos exteriores que
vemos corresponden “desiertos interiores” de carácter valórico que realmente
nos preocupan.
El Dios de la vida nos ayude a todos,
autoridades, empresarios, trabajadores y vecinos en general a colaborar en esta
hermosa y desafiante tarea, que comenzó en un momento como obra de Dios y ahora
es quehacer nuestro.
+Gaspar Quintana J., CMF.
Obispo de Copiapó
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