miércoles, 25 de marzo de 2020

22 de Marzo 2020 Día Internacional del Agua

La ciencia nos ha dado un mensaje claro: el cambio climático a nivel global está alterando el ciclo del agua. Esto puede provocar que sea más difícil predecir la disponibilidad del agua, empeorando la escasez de agua, afectando a su calidad y amenazando al desarrollo sostenible.
Actualmente, se estima que 3 600 millones de personas en todo el mundo viven en áreas que podrían sufrir escasez de agua al menos un mes al año. Se prevé que esta cifra podría alcanzar entre 4 800 y 5 700 millones de personas en el 2050, provocando estrés hídrico entre usuarios del agua y a través de fronteras políticas.
Sin embargo, el agua también puede ser un factor crucial en la lucha contra el cambio climático.
La mejora de la gestión del agua en la agricultura, que es la responsable aproximadamente del 70% de las extracciones de agua, es una componente esencial para alcanzar la seguridad alimentaria a través de estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático. Limitar el calentamiento global a 1.5°C sobre los niveles preindustriales, frente a un aumento de 2°C, puede marcar una gran diferencia en el acceso al agua en zonas afectadas por la escasez de agua.
Existe una necesidad urgente de formular políticas y planes de acción que adopten un enfoque integrado sobre el cambio climático y la ordenación de los recursos hídricos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París.
Celebra con nosotros este día tan especial y sigue la cuenta de Twitter @FAOLandWater para descubrir más acerca del Día Mundial del Agua 2020 con el tema “Agua y Cambio Climático” y sobre cómo la FAO junto con los socios del Marco Global de la Escasez de Agua en la Agricultura (WASAG) apoyan a los países a enfrentarse a hacer frente a las presiones inducidas por el cambio climático en los recursos hídricos para la agricultura.

Mensajes clave
·         El aumento de la resistencia de las comunidades rurales al estrés hídrico les brinda alternativas a la migración forzada.
·         Gestionar las sequías para reducir su impacto y aumentar la capacidad de las comunidades rurales para hacerles frente son clave para evitar que las sequías se conviertan en hambrunas.
·         Los agricultores que viven en zonas con escasez de agua necesitan urgentemente acceso a mecanismos financieros innovadores para impulsar las inversiones con el fin de garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y mejorar su capacidad de recuperación.
·         El calentamiento global, combinado con una mayor variabilidad climática, ofrece nuevas oportunidades agroclimáticas para lograr la seguridad alimentaria y reducir la desnutrición.
·         La gestión sostenible del agua en la agricultura es fundamental para mejorar la producción agrícola y ahorrar agua.
·         Adoptar sistemas de producción de alimentos innovadores y sostenibles es clave para enfrentar los desafíos de los suelos y el agua cada vez más salinos.