martes, 2 de junio de 2015

BARRICK Y SUS POLÉMICAS

Esta semana el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, se entusiasmó en anunciar que un acuerdo de Barrick con una empresa china ponía fuertes expectativas en el reinicio de obras de Pascua-Lama. Todo indica que está muy lejos de la realidad y le suma esperanzas a un proyecto que lamentablemente en los últimos años sólo le trajo frustraciones a los sanjuaninos.

Desde la Cámara Minera de San Juan y desde los medios de comunicación chilenos vienen remarcando los graves problemas que tiene el proyecto binacional y que se llevó puestas a sucesivas gerencias chilenas para sacar a flote este mega emprendimiento.

Todos recalcan que la nueva multa que debe imponerles la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) de Chile, en el más optimista de los casos, no bajaría de los 300 millones de dólares. Un condicionante que con el actual precio de los metales haría inviable a cualquier proyecto minero en el mundo.

La verdad es que Barrick, a raíz de una deuda descomunal, se viene desprendiendo de varias minas para hacerse de fondos con los que pueda afrontar esos pagos ya que además le prometió a sus accionistas un ahorro de 3 mil millones de dólares sólo en el 2015.

Pero de ahí a afirmar que como una empresa china se quedó con el 50% de la mina Porguera, en Papúa Nueva Guinea (Barrick tiene 26 minas en el mundo), y que por eso es esperable que sean socios de Barrick en Pascua-Lama, es un sueño que sólo cabe en la mente de Mayoral, quien últimamente se esfuerza en ver Disney Channel cuando habla de la minería argentina.



Pero hay más: Todos los medios chilenos se hicieron eco esta semana de que Barrick decidió reingresar Pascua-Lama al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), lo que implicaría someter todas sus obras de manejo hídrico al escrutinio de los organismos públicos trasandinos. Ese proceso en el mejor de los casos le llevaría 5 años y un respaldo financiero que hoy no luce Barrick en sus balances.

Someter a evaluación ambiental nuevamente a Pascua-Lama del lado chileno implicaría sentarse a negociar con todos los grupos de interés que desde hace 10 años vienen pidiendo el cierre del proyecto. Algo que nunca supo manejar la compañía canadiense. Sin contar la lluvia de demandas que tendrían en puerta por la inoperancia en la construcción de canales de agua del lado chileno.

Con todos estos antecedentes, ¿serán los chinos capaces de buscar a Barrick como socio para invertir en Pascua-Lama?

Las preguntas hoy no tienen respuestas porque en Barrick se esfuerzan por no decir nada cada vez que les preguntan sobre Pascua-Lama. Mucho más cuando se les consulta con la docena de nuevas infracciones que les encontró la SMA Chilena hace un par de semanas.

Es más, en el último comunicado de resultados financieros ya ni mencionan a Pascua-Lama como un activo del que vale la pena dar información. Mal que les pese, recordamos que el año pasado tuvieron que anunciar que mandaron a pérdida 5.000 millones de dólares invertidos en el proyecto.

La única verdad es la realidad, como diría el general: el desacierto empresario en la toma de decisiones sobre este proyecto impactó e impacta muy fuerte en San Juan. Hay cientos de empresas de proveedores que siguen este proceso esperando retomar la actividad. Pero eso no justifica hacer declaraciones que confundan o mucho menos generen falsas expectativas en medio de la situación que hoy vive la provincia.

Las declaraciones de Mayoral cayeron muy mal hasta en el entorno íntimo del gobernador José Luis Gioja, quien ordenó a sus funcionarios no hablar del tema. No quieren armar más polémicas con el funcionario de Julio De Vido, por eso callaron, no por aprobarlas. Era más sencillo salir a respaldar esos dichos, por el impacto positivo que genera pero prefirieron callar. Mayoral ha logrado un récord más que extraño en San Juan: no lo quiere ninguno de los actores de la actividad que, supuestamente, maneja
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