Una gran extensión de territorio africano, denominada “Cuerno de África”, atraviesa la peor crisis alimentaria de los últimos 60 años. Etiopía, Kenia, Somalía, Tanzania, Djibuti, Uganda y el nuevo estado de Sudán del Sur, están pasando serios problemas por la escasez de alimentos y agua a causa de la sequía. Más de 14 millones de personas se encuentran afectadas y al menos la mitad de los necesitados son niños, donde se encuentran altos índices de desnutrición y mortalidad.La catástrofe humanitaria tiene su origen en la ausencia prolongada de lluvia (18 meses), por lo que la escasez de agua ha afectado directamente al ganado y los cultivos. La situación de subdesarrollo de los países afectados no le ha permitido a la población afectada encontrar vías de solución al no disponer de la capacidad necesaria para enfrentar el problema. Sin alivio y si no se actúa pronto, es posible que esta emergencia tenga efectos tanto a corto como a largo plazo. Monsejor Peter Kihara, Obispo de Marsabit, una de las áreas más azotadas del norte de Kenia, señala: “Es evidente que estamos atravesando una situación desesperada, que se está deteriorando rápidamente. Exhortamos urgentemente a nuestro hermanos y hermanas de todo el mundo, para que nos ayuden en estos momento de necesidad".
La Pastoral Social Caritas ha asumido el llamado internacional a solidarizar con el pueblo africano proporcionando el financiamiento necesario para la ayuda de emergencia a fin de implementar una respuesta inmediata y a gran escala en la amplia zona afectada. Reconociendo que somos una sola familia humana, la Iglesia en su conjunto, a través de un llamado de la Conferencia Episcopal de Chile, hace suya esta urgencia humanitaria y activa su red solidaria para recibir el aporte generoso de chilenos y chilenas a través de la campaña “África, también nos duele”.
Fuente: http://www.iglesia.cl/
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